Práctica Taoista de la Sonrisa Interior
Dentro de las prácticas energéticas del Qigong o Chikung, una parte muy importante son las prácticas internas o meditativas, que se conocen como Nei-gong ( Qigong Interno). La mayoría de estas prácticas se realizan en postura sentada, una postura correcta en silla, guardando todos los detalles de la postura meditativa.
La sonrisa interior nos va a ayudar a transformar la vibración de nuestros átomos, a equilibrar vibracionalmente las partículas que componen todo mi cuerpo, con lo cual a equilibrar nuestras emociones.
Esta práctica fundamenta su éxito y beneficio en dos pilares, por un lado el poder curativo del pensamiento y por otro el poder de la intención. En muchos ejercicios de Qigong ponemos el pensamiento en un punto concreto o en un recorrido a la hora de realizar ciertos movimientos, con ese movimiento interno hacemos que el Chi ( energía vital), se dirija con más intensidad a ese punto o ese recorrido, se puede comprobar de forma sencilla, basta poner la atención en la palma de nuestra mano unos minutos para ver que se enrojece, poniendo el pensamiento en la mano hemos hecho que en la mano haya mayor riego sanguíneo y mayor cantidad de Chi. De hecho , el dolor no deja de ser un sistema y una sabiduría que tiene nuestro cuerpo, para solicitarle al cerebro que envíe pensamiento al lugar de dolor, el pensamiento focalizado ayuda a mejorar la curación de algunas dolencias.
Si además de enviar pensamiento le sumamos el valor vibracional y curativo de la sonrisa, pues añadimos más potencial a estas herramientas que tenemos de forma natural.
Aunque no sepamos mucho o nada de bio-energética todos hemos podido comprobar los beneficios de que nos sonrían, que nos regalen una sonrisa sincera, puede cambiar por completo nuestro día.
Dirigir una sonrisa a alguien es relativamente sencillo, pero¿ sonreírnos a nosotros mismos?, y… sonreírle a nuestros órganos?….estamos demasiado acostumbrados a solamente dirigir hacia fuera este tipo de sensaciones, según la Medicina Tradicional China, la gestión de las emociones , o mejor dicho, la ,mala gestión de las emociones hacen que la vibración de los átomos de nuestros órganos descienda de vibración, desarmoniza el equilibrio. Si esto es continuado puede hacer enfermar a nuestros órganos, la M.T.C. sitúa cada emoción en órganos concreto (ver teoría de los cinco elementos). O si algo externo nos produce cierta emoción repetitiva en el tiempo, acabara afectando al órgano encargado de gestionar esa emoción. Y a nivel físico esta demostrado que nuestras células se ven influenciadas por la vibración externa, tienen un cito-esqueleto que se altera según la vibración que recibe, es el mismo principio que se explica en los beneficios de los Cuenco Tibetanos. Y no solamente el sonido o el ruido es vibración, nuestro cerebro y nuestro corazón son dos grandes emisores de ondas y de energía con cierta información y vibración.
Pues con la práctica de La Sonrisa Interior modificamos esa baja vibración en el órgano, o a nivel general en todo el cuerpo.
Como otras series de Qigong , hay distintas variantes o formas de realizarlo. A continuación os comento las dos formas que yo, mas trabajo.
Sonriendo a todos los órganos principales, lo primero de todo es estar sentado en una postura de excelencia, postura de meditación en silla, relajamos durante unos minutos para entrar en un estado de meditación. Dibujamos una sutil sonrisa en el rostro , un rostro amable, gentil. Dejando que esa sensación sonriente de verdad conecte con nuestro corazón.
Pondremos la atención y la sonrisa por ejemplo en pulmón derecho, primero conectamos con su parte física, visualizando o imaginando su forma con todo lujo de detalles, por arriba por abajo, como mente curiosa que acaba de descubrir un objeto maravilloso,también si es suave, áspero, seco, húmedo… así realizamos una fuerte conexión mente-cerebro y órgano. Luego intentaremos conectar en su energía mas sutil, intentando sentir como se encuentra de animo y como es su carácter, conectamos así con el alma del órgano, con su esencia sutil, después estaremos unos minutos tan solo sonriendo al órgano, dejando simplemente nuestro pensamiento en la sonrisa y en el órgano en cuestión. Para finalizar le sumamos la intención durante unos segundos, de agradecimiento, agradecemos a nuestro órgano su colaboración y trabajo para nuestra existencia.
Esto lo repetiremos órgano por órgano. Mantak Chia propone un recorrido por nuestro cuerpo para realizar un trabajo completo. Pulmones, primero uno luego el otro, Corazón, Hígado Riñones , luego sistema digestivo completo, terminando con una sonrisa descendente a todo el cuerpo, esta practica es un trabajo intenso y maravilloso par trabajar el equilibrio emocional y la salud en todos sus aspectos.
Otra forma de realizar la Sonrisa Interior, es tan solo ir descendiendo esta intención sonriente por todo el cuerpo desde ala corona hasta la planta de los pies, sintiendo como todo el cuerpo se relaja, revitaliza y se re equilibra por donde va pasando la sonrisa, cubriendo a la vez huesos, órganos músculos…, como si a modo de escáner fuera descendiendo por dentro y por fuera de nuestro cuerpo. Podemos ver aqui su práctica
De esta dos formas haremos un trabajo de Nei-gong completo, aunque una vez que hemos adquirido maestría en la practica ,la podemos dirigir a puntos concretos para mejorar alguna dolencia. Con un dolor de rodilla podríamos estar unos minutos dirigiendo nuestra sonrisa curativa a la rodilla y repitiendo este ejercicio un tiempo. También si practicamos meditación o Qigong, el habito de mantener unos minutos la sonrisa en nuestro Tantien( centro energético situado en el abdomen), a la vez que almacenamos Chi, elevamos su vibración con la sonrisa…
Aunque esta práctica por si sola conlleva multitud de beneficios algunos maestros la practican ligada a la practica de Neigong de los seis sonidos curativos.
Como muchas otras practicas energéticas van mas allá de ejercitarlas durante mis practicas, sino hacerlas herramientas para mi vida cotidiana, para que mi salud y felicidad sea lo normal en mi vibración.
